La tensión en “Sueños de libertad” alcanza un nuevo nivel en el capítulo del 28 de octubre. Gabriel, consumido por los celos y la venganza, decide que ha llegado el momento de ejecutar su plan contra Andrés, el hombre que ha amenazado su relación con María y su propia estabilidad emocional. La historia se desarrolla en un ambiente cargado de suspenso, donde las decisiones de Gabriel tendrán repercusiones que cambiarán el rumbo de todos los involucrados.

La tormenta se avecina

El capítulo comienza en la oscura habitación de Gabriel. Con las luces apagadas y solo la tenue luz de su teléfono iluminando su rostro, está absorto en sus pensamientos. Su mente está llena de ideas retorcidas y planes que se han ido formando en su interior desde que Andrés despertó del coma. “No puedo permitir que él se interponga entre María y yo”, murmura para sí mismo, mientras revisa un viejo cuaderno lleno de notas y esquemas.

Gabriel ha estado observando cada movimiento de Andrés desde su regreso. Sabe que la conexión entre María y Andrés es fuerte, y eso lo consume de rabia. “Si no puedo ganar su amor, entonces haré que Andrés pierda todo”, piensa, sintiendo que la oscuridad se cierne sobre él.

El primer paso del plan

Gabriel decide que la mejor manera de desestabilizar a Andrés es atacando su vida profesional. Conoce que Andrés ha estado trabajando en un proyecto importante que podría consolidar su carrera como arquitecto. “Si logro sabotearlo, le daré un golpe del que no se recuperará”, se dice a sí mismo.

En una reunión con sus socios, Gabriel se muestra encantador y profesional, pero en su mente, está urdiendo un plan. Se acerca a uno de sus colegas, un hombre ambicioso llamado Ricardo, y le susurra al oído: “¿Sabías que Andrés está a punto de presentar un proyecto que podría arruinar nuestra empresa? Deberíamos hacer algo al respecto”.

Ricardo, intrigado, se deja llevar por las palabras de Gabriel. “¿Y qué sugieres?”, pregunta, con una sonrisa cómplice. Gabriel siente que ha encontrado un aliado en su misión. “Podríamos filtrar información negativa sobre su proyecto. Si logramos que la junta lo vea como un riesgo, podría perderlo todo”, propone con una mirada fría y calculadora.

La trampa se cierra

Mientras Gabriel pone en marcha su plan, Andrés está en su estudio, trabajando arduamente en su presentación. Se siente emocionado y nervioso a la vez. “Este es mi gran momento”, se dice, revisando los planos y las maquetas. Sin embargo, la sombra de Gabriel se cierne sobre él sin que lo sepa.

Esa noche, Gabriel se reúne nuevamente con Ricardo y otros socios en un bar local. “Lo que necesitamos es crear un rumor que haga que la junta desconfíe de Andrés”, dice Gabriel, disfrutando de la atención. “Si hacemos que parezca que su proyecto no es viable, perderá todo su prestigio”. Los hombres asienten, embriagados por la idea de hacer caer a un rival.

La presentación de Andrés

El día de la presentación de Andrés llega. Con su corazón latiendo con fuerza, se dirige a la sala de juntas, donde lo esperan los directivos de la empresa. María, quien ha estado apoyándolo incondicionalmente, lo acompaña. “Confía en ti mismo, Andrés. Has trabajado duro por esto”, le dice, dándole un beso en la mejilla.

Andrés se siente fortalecido por su apoyo, pero la incertidumbre lo invade. Al entrar en la sala, se da cuenta de que la atmósfera es tensa. Los directivos lo miran con una mezcla de curiosidad y desconfianza. “¿Qué estará pasando?”, se pregunta, sintiendo que algo no está bien.

La traición revelada

Mientras Andrés inicia su presentación, un miembro de la junta, el Sr. López, interrumpe. “Andrés, hemos escuchado rumores sobre tu proyecto. Algunos dicen que no es viable y que podría poner en riesgo la empresa”, dice con tono severo. El corazón de Andrés se hunde. “¿De qué rumores habla?”, pregunta, tratando de mantener la compostura.

María observa, horrorizada, mientras Andrés intenta defender su trabajo. “He invertido meses en este proyecto y tengo todos los datos que demuestran su viabilidad. No entiendo de dónde provienen esos rumores”, responde Andrés, sintiendo cómo la presión se acumula sobre él.

Mientras la reunión continúa, Gabriel observa desde la puerta, sintiendo una mezcla de satisfacción y ansiedad. “Esto es solo el comienzo”, murmura para sí mismo, convencido de que su plan está funcionando.

La reacción de María

Después de la reunión, María se enfrenta a Gabriel. “¿Qué has hecho? Sabes que Andrés ha trabajado duro en este proyecto. No puedes sabotearlo así”, le recrimina, furiosa. Gabriel, sintiéndose acorralado, intenta justificar sus acciones. “Solo estoy protegiendo lo que es mío. Andrés no es la persona que crees”, responde, su voz llena de desesperación.

María, decepcionada, se aleja de él. “No puedo creer que hayas llegado a esto. Te has convertido en alguien que no reconozco”, dice, su voz temblando. Gabriel siente que su mundo se desmorona, pero en su mente, la venganza es más importante que el amor.

La caída de Andrés

A medida que pasan los días, la situación de Andrés se vuelve insostenible. Los rumores sobre su proyecto crecen y la junta comienza a cuestionar su capacidad. “Si no puedo demostrar que mi proyecto es viable, perderé todo”, piensa, sintiéndose atrapado en una red de mentiras y traiciones.

María, al ver la angustia de Andrés, decide investigar. Comienza a hacer llamadas y a hablar con otros empleados de la empresa. “Necesito saber quién está detrás de esto”, se dice, decidida a descubrir la verdad. Su amor por Andrés la impulsa a no rendirse.

La confrontación final

Finalmente, María descubre la verdad detrás de los rumores. Se entera de que Gabriel ha estado manipulando la situación y decide confrontarlo. Una noche, lo espera en su apartamento. “Gabriel, necesitamos hablar”, dice con firmeza.

Gabriel, sorprendido, intenta mantener la calma. “¿De qué se trata?”, pregunta, pero sabe que su tiempo se está acabando. “Sé que has estado detrás de los rumores sobre Andrés. ¿Por qué harías algo así?”, le exige María, su voz llena de indignación.

“Porque no puedo permitir que él te quite de mí. Te amo, María”, confiesa Gabriel, su mirada desesperada. María se siente desgarrada. “¿Y eso justifica arruinar la vida de alguien más? No puedo estar contigo si sigues así”, responde, sintiendo que su corazón se rompe.

El desenlace

La situación se vuelve crítica. Andrés, al borde de la desesperación, decide enfrentar a Gabriel. “Sé lo que has hecho”, le dice con voz firme, mientras se encuentran en un lugar apartado. “Tu venganza solo te ha llevado a perderme a mí y a María”.

Gabriel, sintiéndose acorralado, intenta justificarse una vez más. “No quería que esto pasara. Solo quería proteger lo que es mío”, dice, pero su voz suena vacía. Andrés, en un acto de valentía, responde: “No puedes poseer a alguien. El amor no se trata de control, sino de confianza”.

La elección final

El capítulo culmina con una decisión crucial. María se encuentra en una encrucijada: debe elegir entre Gabriel, quien ha mostrado su lado oscuro, y Andrés, quien ha luchado por demostrar su valía. “No puedo estar con alguien que no confía en mí”, dice María, sintiendo que su corazón debe guiarla.

Mientras la tensión se acumula, la cámara se aleja, dejando a los personajes atrapados en sus emociones. La elección de María marcará el destino de todos, y los espectadores quedan al borde de sus asientos, ansiosos por saber qué sucederá en el próximo capítulo de “Sueños de libertad”. La lucha por el amor, la traición y la redención se entrelazan en un drama que promete mantener a todos intrigados.