Sueños de libertad Cap 434 (No se va a seguir celebrando el aniversario de la banda de la Reina)
El sol de la mañana se filtra con timidez a través de los vitrales de la lujosa sala de juntas de Perfumerías De la Reina, iluminando motas de polvo que danzan en el aire tenso. En la cabecera de la enorme mesa de caoba, Don Pedro preside la reunión con una severidad que no admite réplica. A su lado, Joaquín se sienta en un puesto secundario, con el rostro serio, observando cada gesto del nuevo director con una mezcla de resentimiento y cautela. Están presentes otros miembros clave de la dirección: un par de ejecutivos de ventas y el contable jefe. La atmósfera es gélida.

DON PEDRO
(Golpea la mesa suavemente con el puño cerrado, atrayendo la atención)
Caballeros, el tiempo de las sentimentalidades ha terminado. Mi primer acto como director es claro: optimización. Y la optimización comienza eliminando lo innecesario.
EJECUTIVO 1 (VENTAS)
(Se aclara la garganta con timidez)
Don Pedro, si me permite, hemos revisado los costes y…
DON PEDRO
(Lo interrumpe con un gesto brusco de la mano)
No estoy hablando de los costes de producción, señor. Estoy hablando del coste de la imagen. Del coste del tiempo perdido. Dentro de unas semanas, se acerca la fecha. La fecha que, durante años, esta empresa ha malgastado en una celebración absurda.
El contable frunce el ceño, el ejecutivo de ventas intercambia una mirada confusa con Joaquín.
JOAQUÍN
(Levanta la cabeza, su voz firme, a pesar de su posición subordinada)
Pedro, te refieres al aniversario de la fundación de la banda, ¿verdad? Es una tradición. Un evento para el personal que siempre ha reforzado la moral y…
DON PEDRO
(Sus ojos se clavan en Joaquín, cortantes como el cristal)
No se va a seguir celebrando el aniversario de la banda de la Reina. Punto. Y usted, Joaquín, será el primero en entender por qué.
JOAQUÍN
(Se inclina hacia delante, visiblemente molesto)
Es un homenaje a la historia de la empresa. Mi abuelo lo instituyó. Es una forma de honrar el legado, la esencia de De la Reina. ¿Qué clase de mensaje le enviamos a los trabajadores si cortamos las raíces de la empresa?
DON PEDRO
(Se recuesta en su silla, una sonrisa sarcástica se dibuja en sus labios)
El mensaje es: maduren. La “esencia” que usted menciona es un gasto inútil en un picnic y una orquesta de barrio que nadie escucha. Esto no es un circo, Joaquín, es una empresa que necesita producir, no bailar. El único “legado” que me importa es el del beneficio neto.
CONTABLE JEFE
(Bajo la atenta mirada de Don Pedro, se atreve a intervenir)
Bueno, la verdad es que los costes directos del evento son mínimos, Don Pedro. La moral…
DON PEDRO
(Golpea la mesa esta vez con más fuerza. El contable se encoge)
¡La moral es una quimera! El personal debe estar motivado por el sueldo, no por un bollo y un refresco. ¿Saben lo que cuesta un día de producción con la fábrica semiparalizada por ese evento? ¿Saben el tiempo que los capataces pierden organizando rifas y discursos?
JOAQUÍN
(Se pone de pie, su rabia contenida amenaza con explotar)
¡Es más que una fiesta, Pedro! Es un día donde la dirección se mezcla con los empleados, donde se recuerdan los orígenes humildes de la perfumería, donde la gente se siente parte de algo más grande. ¡Es lo que nos diferencia de la competencia! Estás cometiendo un error garrafal si crees que dirigir se trata solo de números.
DON PEDRO
(Se levanta, su voz baja y gélida, dominando la sala)
Siéntese, Joaquín. Y recuerde su lugar. Cuestionar mi decisión en una reunión de dirección es una insubordinación. Su visión romántica es la que casi hunde a esta empresa. La gente quiere estabilidad, no cuentos de hadas. Y la estabilidad la da una dirección fuerte, que elimina los excesos.
EJECUTIVO 2 (FINANZAS)
(Asiente rápidamente, buscando la aprobación de Don Pedro)
Don Pedro tiene razón, Joaquín. El enfoque debe ser puramente económico. Es un evento superfluo.
DON PEDRO
(Mira a todos los presentes, excepto a Joaquín, con una mirada triunfante)
Perfecto. La decisión está tomada. Se emitirá una circular interna hoy mismo. Se anunciará que, debido a “motivos logísticos y de concentración en los objetivos del nuevo plan de dirección”, la celebración del aniversario queda suspendida indefinidamente. Y que quede claro: si detecto cualquier intento de organizar algo paralelo, cualquier reunión no autorizada, habrá consecuencias graves.
Joaquín se sienta de nuevo, derrotado, pero sus ojos arden de indignación. El contable mira al suelo, y los ejecutivos anotan diligentemente. La sala de juntas, con su aire de grandeza, se siente ahora más pequeña, más opresiva. Don Pedro ha impuesto su ley. Ha cortado una tradición, y con ella, un trozo del alma de Perfumerías De la Reina.
DON PEDRO
(Se dirige al contable)
Ahora, pasemos a los presupuestos de marketing. Necesitamos un enfoque agresivo. De la Reina ya no es el perfume de la nostalgia. Es el perfume del poder.
Joaquín aprieta la mandíbula, sintiendo que un frío y oscuro presagio se cierne sobre la empresa. La “Reina” ha sido destronada por el “Tiburón”.