Avance del capítulo de ‘Sueños de libertad’ del jueves, 25 de septiembre: la imprevisible muerte de don Pedro

En el nuevo episodio de Sueños de libertad, programado para el jueves 25 de septiembre a las 15:45 horas en Antena 3, la tensión alcanza un punto sin retorno. La relación entre Digna y don Pedro ha estallado en mil pedazos. La madre de los Merino, incapaz de seguir soportando la presión y los engaños de su esposo, decide marcharse de casa incluso en medio de uno de los ataques de dolor que atenazan al patriarca. Este gesto de valentía y ruptura abre un capítulo definitivo en la historia: a Carpena le quedan apenas unas horas para intentar redimirse de sus errores más graves, pero la duda se cierne sobre si logrará aprovechar esa última oportunidad o si se hundirá aún más en su propio abismo.

Durante el episodio anterior, se desarrollaron tramas que hoy llegan a un punto crucial. Damián se debatía entre denunciar a su madre, Digna, por su implicación en la muerte de Jesús, aunque la confesión de ella le dejó profundamente trastornado. Manuela intentó darle consuelo, sin saber en realidad el peso de la verdad que lo atormentaba. En paralelo, Gabriel recibía una carta de Isabel y, mientras parecía avanzar en su vínculo con Begoña, una llamada inesperada de don Pedro lo sacudió por completo. El patriarca, enfermo y dolido, continuaba manipulando los hilos desde las sombras.

Por su parte, Tasio iniciaba su primer día como director de la fábrica, pero la inseguridad lo desbordaba. Carmen y Gaspar, conscientes de lo difícil del reto, intentaron darle apoyo, aunque la tensión con Gema y Marta complicaba el ambiente. Digna, en un gesto cargado de sinceridad, decidió confesar a sus hijos que ya le había revelado la verdad a Damián, mientras don Pedro trataba de sembrar veneno en Gabriel, insinuándole la culpabilidad de su hermano y mencionando las misteriosas cartas de su padre. Gabriel, aunque fingió indiferencia, terminó devastado al encontrar esas cartas en casa de Manuela, lo que le derrumbó emocionalmente.

El ambiente empresarial tampoco era más alentador. Marta y Carmen, con la presión de impulsar Pasión oculta, organizaron un evento en el que la organización se volvió un foco de tensiones. Claudia, en un movimiento inesperado, decidió delegar responsabilidades en Gema, generando fricciones con Carmen. Sin embargo, la eficacia de Gema obligó a que Carmen reconociera su buen trabajo, aunque la relación entre ambas quedó marcada por la rivalidad. En paralelo, don Pedro se movía en las sombras, contactando a un notario con intención de modificar su testamento, un paso que Digna logró frenar justo antes de abandonar la casa y dejarlo enfrentado con su soledad.

En el avance del capítulo 401, la desesperación de don Pedro se hace más evidente que nunca. Incapaz de soportar el dolor físico y emocional, se atreve a pedirle a Luz, la doctora Borrell, que lo ayude a morir. La médica, aunque firme en su juramento hipocrático, no puede cumplir esa petición, pero sí admite que la salud del empresario está llegando a su fin. La noticia no tarda en transmitírsela a Cristina e Irene, quienes reaccionan con una mezcla de tristeza y reflexión. Cristina logra convencer a Irene de que considere el perdón hacia Gabriel, lo que abre la puerta a una posible reconciliación en medio de la tormenta.

Mientras tanto, Tasio continúa ahogado por sus nuevas responsabilidades. Reprocha a Andrés los retrasos en la producción de jabón, muestra una actitud borde con Gaspar y hasta termina enfrentándose a Irene por no atender una llamada en inglés con clientes internacionales. Finalmente, reconoce ante Carmen que el cargo lo sobrepasa y que la carga es demasiado grande para él. Esta confesión, aunque dolorosa, muestra la vulnerabilidad del personaje, atrapado entre la presión profesional y sus inseguridades personales.

En otra línea de la historia, María sigue manipulando a Andrés, empujándolo a ser más ambicioso en su papel dentro de Perfumerías De La Reina. Esta influencia tóxica amenaza con generar conflictos más graves, ya que los intereses personales empiezan a mezclarse con los empresariales. En contraste, Marta, incapaz de mantener la compostura, protagoniza nuevos episodios de descontrol, complicando todavía más la estabilidad de la familia y del negocio.

El misterio de las cartas de José continúa siendo un nudo clave en la trama. Gabriel, decidido a descubrir la verdad, confronta directamente a don Pedro para sonsacarle el nombre de su topo, pero Carpena, fiel a su estilo, se mantiene hermético. La tensión aumenta cuando Damián, furioso, recrimina a Gabriel haber hablado con su padre acerca de las cartas. El enfrentamiento entre los hermanos es inevitable, cargado de reproches y de viejas heridas que nunca llegaron a cerrarse.

En el punto culminante del capítulo, don Pedro se confiesa ante Damián. Le revela la verdad sobre la muerte de Jesús, reconociendo su papel y dejando a su hijo sumido en un torbellino de rabia y dolor. Este momento de revelación marca un antes y un después, porque Damián, desbordado por la ira, se plantea acabar con su propio padre. La escena se carga de tensión insoportable: el patriarca, debilitado y enfermo, frente al hijo que podría decidir su destino.

La trama se cierra con un panorama lleno de incertidumbres. ¿Será capaz don Pedro de encontrar redención en sus últimos momentos o quedará atrapado en la sombra de sus crímenes? ¿Podrá Damián contener su furia o cruzará la línea definitiva contra su propio padre? ¿Se reconciliarán Irene y Gabriel en medio del caos? ¿Logrará Tasio encontrar el equilibrio en su nuevo cargo, o será derrotado por la presión?

Este episodio no solo promete emociones intensas, sino que también prepara el terreno para futuros giros. Con cada personaje enfrentando sus propios demonios y decisiones críticas, Sueños de libertad mantiene la intriga en lo más alto y demuestra que, en este universo narrativo, nada está garantizado y todo puede cambiar en cuestión de segundos.