El esperado episodio 404 de Sueños de Libertad, que se emite el jueves 25 de septiembre por Antena 3, abre con un ambiente íntimo en una habitación de hotel. Gabriel se alista para salir temprano mientras Isabel, que acaba de despertar, lo observa con ternura y cierta inquietud. Ella le dedica un cariñoso “buenos días” y, con curiosidad, le pregunta por qué se levanta tan pronto. Gabriel le responde que cuanto antes se marche, antes podrá volver, intentando darle una explicación tranquilizadora. Isabel, deseosa de aprovechar al máximo los pocos días que permanecerá en España tras llegar de París, le sugiere que hable con su jefe para que le permita quedarse, pero Gabriel le deja claro que no tiene margen de negociación en su trabajo.

Pese a su frustración, Isabel busca una manera de pasar tiempo con él, proponiendo almorzar juntos. Gabriel, con pesar, admite que tiene reuniones de trabajo. Ella insiste en que, al menos por la tarde, podrían disfrutar, pero él vuelve a excusarse: tiene una reunión en Salamanca y será complicado regresar temprano. Sin embargo, le promete a Isabel que intentará terminar lo antes posible para poder invitarla a cenar en un elegante restaurante y pasar una velada romántica. Isabel, emocionada, responde con ilusión, destacando su deseo de compartir una vida juntos en París y casarse pronto.

Tras este momento íntimo, Isabel recibe en la habitación el desayuno junto a un periódico. Al abrirlo, descubre un artículo sobre la fábrica “Perfumerías de la Reina” con una fotografía en la que aparece Gabriel. Aquello despierta dudas en ella, pues comienza a preguntarse qué papel juega realmente Gabriel en la empresa y por qué guarda tantos secretos.

En otro punto de la trama, la tensión se traslada a la casa de los Merino. Luis y Joaquín se muestran inquietos al notar que su madre, Digna, tarda en bajar. Ambos temen que Damián, su tío, pueda haberla denunciado. Finalmente, Digna aparece visiblemente afectada y confiesa a sus hijos que no ha contado nada porque aún sigue conmocionada. Cuando le preguntan si será entregada a la Guardia Civil, ella les asegura que no, porque en realidad no fue quien mató a Jesús. Con gran pesar, explica que Pedro fue quien, de manera cruel, permitió que Jesús muriera tras el accidente con el arma. Digna había vivido engañada todo este tiempo, pensando que era culpable, cuando en realidad Pedro manipuló los hechos para retenerla a su lado. Sus hijos, indignados, reaccionan con furia al descubrir que Pedro fue capaz de semejante maldad y de utilizar la gratitud de su madre para casarse con ella.

La revelación golpea duramente a Digna, que admite sentirse engañada y utilizada. Luis y Joaquín recalcan que Pedro actuaba con perversidad y que incluso pudo estar detrás de la desaparición de José, aunque se sospecha que este aún sigue con vida. El alivio de que Pedro ya no pueda dañar a nadie se mezcla con la incertidumbre de lo que pueda revelar su testamento, cuya lectura ha sido convocada por el notario para esa misma tarde. El temor de Digna crece ante la posibilidad de nuevas acusaciones póstumas.

Mientras tanto, en la fábrica, Isabel intenta indagar sobre Gabriel bajo un nombre falso. Llama preguntando por un supuesto abogado llamado Damasco. Irene, quien recibe la llamada, no reconoce el nombre y le asegura que no trabaja allí. Isabel, confundida y cada vez más suspicaz, corta la llamada, pero la inquietud permanece. Irene, extrañada por la insistencia de aquella mujer, lo comenta con Tasio, quien tampoco sabe nada de ese tal Damasco. Pronto sus preocupaciones se centran en otro frente: el informe de ventas del nuevo perfume “Pasión Oculta”. Para sorpresa de ambos, las cifras están muy por debajo de lo esperado, lo que agrava la tensión en la empresa.

En ese momento entra Marta en el despacho de Tasio con una noticia aún más dura: ha decidido apartarse de sus funciones en la empresa. Agotada física y emocionalmente, confiesa que ya no se ve capaz de seguir adelante y que su permanencia solo generaría más problemas. Tasio, preocupado, intenta convencerla de quedarse, asegurando que la necesita más que nunca. Sin embargo, Marta se muestra firme, explicando que la reciente venta privada de “Pasión Oculta” fracasó por su culpa, aunque Carmen la cubrió para evitar un desastre mayor. Este hecho, sumado a una conversación con Andrés, le hizo darse cuenta de que no puede continuar así. Tasio, aunque abatido, comprende la situación y le promete apoyo incondicional. Antes de irse, Marta sugiere que Carmen asuma sus responsabilidades, pues confía en la capacidad de su cuñada para sacar adelante la empresa.

La carga emocional no se limita a la fábrica. En casa de los Reina, Begoña aparece indispuesta. Manuela, al verla débil y con malestar estomacal, se alarma al saber que ha vomitado el desayuno. Atribuye el problema al exceso de ajo que últimamente añade a las comidas como prevención contra resfriados. Aunque Begoña intenta restarle importancia, la preocupación de Manuela crece. La conversación concluye con la promesa de prepararle una manzanilla, pero la duda queda en el aire: ¿se trata solo de un malestar pasajero o es el inicio de algo más serio?

Este avance del capítulo 404 de Sueños de Libertad deja al descubierto un conjunto de historias paralelas cargadas de tensión y misterio. Por un lado, Isabel empieza a cuestionar la sinceridad de Gabriel, justo cuando su relación parecía consolidarse. Por otro, Digna se enfrenta al peso de la verdad sobre Pedro y la incertidumbre de su testamento. En la fábrica, los problemas económicos se mezclan con decisiones personales que sacuden el futuro de la empresa. Y, en la casa de los Reina, un simple malestar de Begoña podría esconder un giro inesperado en la trama. Todo ello anticipa un episodio lleno de revelaciones y emociones que mantendrá a los espectadores en vilo.