‘Sueños de libertad’ Avance semanal: el embarazo de Begoña en peligro

La semana arranca con un estallido literal y emocional que marcará un antes y un después en la colonia De la Reina. En el capítulo 418, “El sonido del fin” (lunes 20 de octubre), la vida de todos da un giro aterrador cuando una violenta explosión sacude las entrañas de la fábrica de perfumerías. En cuestión de segundos, el ruido ensordecedor se convierte en una pesadilla de fuego, humo y desesperación. Begoña, Tasio y Raúl son lanzados contra la pared por la fuerza del estallido. El polvo lo cubre todo, el aire se hace irrespirable y el caos reina en cada rincón. Entre el humo, Begoña clama el nombre de Andrés, consciente de que él, junto a Gabriel y Benítez, se encontraban en el interior de la sala de calderas. Sin medir consecuencias, y movida por el amor y la angustia, se adentra entre las llamas para rescatarlo. Raúl y Tasio la siguen sin pensarlo, enfrentándose a un infierno de fuego y escombros. Pero lo que hallan primero es el cuerpo sin vida de Benítez, la primera víctima de la tragedia.

Fuera, la colonia entra en pánico. Las sirenas de los bomberos y ambulancias anuncian que nada volverá a ser igual. Mientras tanto, Gema y Carmen regresan de Madrid tras un exitoso viaje profesional, sin imaginar que la alegría se evaporará en cuanto Digna las reciba con lágrimas y la noticia de la explosión. En el hospital, Begoña, cubierta de hollín y miedo, espera noticias. Andrés y Gabriel son rescatados con vida, pero su estado es crítico. Damián, devastado, se mueve por los pasillos como un alma perdida, mientras Tasio intenta mantener la calma y asumir su papel de líder. La tragedia une lo que antes estaba roto: Merino y De la Reina se abrazan en el dolor. Sin embargo, el futuro de la fábrica pende de un hilo, y la sombra de la ruina económica se cierne sobre todos.

Avance semanal de 'Sueños de libertad': el embarazo de Begoña en peligro  tras un enfrentamiento con María (del 20 al 24 de octubre)

El martes, en el capítulo 419, “Verdades ocultas”, la calma posterior al desastre es apenas un espejismo. Begoña y Gabriel regresan del hospital con el peso del trauma y la culpa. Ella no puede dejar de pensar que insistió demasiado en algo que quizá desencadenó la tragedia; él, en cambio, teme por algo más profundo: que Andrés despierte y lo desenmascare. La llamada de la doctora Borrell rompe las pocas esperanzas que quedaban. Andrés ha entrado en coma, y nadie puede predecir si despertará. La noticia sacude a Damián, que se desmorona ante la posibilidad de perder a su hijo. Tasio, destrozado, asume la amarga tarea de informar a la viuda de Benítez de su pérdida.

Mientras tanto, en la fábrica, los informes de daños son devastadores: maquinaria inutilizada, estructura comprometida, pérdidas millonarias. Tasio propone lo impensable: vender parte de la empresa para atraer un inversor. Damián se opone con furia, pero el resto de la familia empieza a entender que no hay otra salida. En medio del desastre, los sentimientos florecen de forma inesperada: Cristina, conmovida por la vulnerabilidad de Luis, comienza a sentir algo más que una conexión profesional.

En la mansión, María y Gabriel se enfrentan. El pacto que los unía se quiebra por completo. María lo acusa de haber llevado el sabotaje demasiado lejos, de haber convertido una simple advertencia en un asesinato. Gabriel, nervioso, intenta justificarse, pero ella ve claro su objetivo: eliminar a Andrés para quedarse con Begoña. Entre amenazas y reproches, se declaran la guerra. María, en su desesperación, busca manipular la situación a su favor y finge una conmovedora recaída emocional. Luz, que la atiende tras un desmayo, se sorprende al oír su revelación: dice haber sentido sus piernas. ¿Milagro o engaño? La doctora duda, pero el misterio está servido.

El miércoles 22 de octubre, en el capítulo 420, “El peso de los secretos”, Begoña visita a Andrés en el hospital. Entre lágrimas, le suplica que despierte. Marta irrumpe en la habitación y deja entrever su rencor: insinúa que Andrés se arriesgó por amor a Begoña. La culpa de esta crece, y con ella, el miedo a que los secretos salgan a la luz. En paralelo, la fábrica intenta resucitar de sus cenizas. Claudia duda entre marcharse con Raúl o quedarse para ayudar; él se despide de todos, iniciando su carrera de piloto, pero con el alma dividida.

El negocio, sin embargo, se derrumba. La agencia de Emma Govantes cancela la campaña publicitaria, y el prestigio de Perfumerías de la Reina cae en picado. Damián, aferrado a su orgullo, se niega a aceptar inversores, pero Tasio, apoyado por Joaquín, insiste: sin ayuda externa, la empresa no sobrevivirá. La tensión familiar alcanza un punto crítico.

Mientras tanto, María pone en marcha su actuación más calculada. Convoca a toda la familia y, apoyándose en unas muletas, se levanta delante de todos, fingiendo un milagroso progreso. Damián la abraza conmovido, y Luz, desconcertada, no puede asegurar si lo que ve es auténtico. Pero Begoña, al llegar, lo comprende todo: María está jugando su carta más perversa. La situación se vuelve aún más peligrosa cuando la mujer encuentra una carta escondida de Andrés, donde este dejaba por escrito sus sospechas sobre Gabriel. Con ese hallazgo, María obtiene el arma perfecta para chantajearlo y mantenerlo bajo control.

Avance semanal de 'Sueños de libertad': el embarazo de Begoña en peligro  tras un enfrentamiento con María (del 20 al 24 de octubre)

El jueves 23 de octubre, en el capítulo 421, “El juego del chantaje”, Begoña, desesperada, se enfrenta a Luz. Acusa a la doctora de encubrir a María y de ser cómplice de su farsa. Luz la reprende, pidiéndole que se concentre en el estado de Andrés en lugar de inventar teorías. Sin embargo, Begoña no está equivocada: mientras todos celebran la “recuperación” de María, ella perfecciona su estrategia de manipulación. En la fábrica, la incertidumbre domina. Tasio, presionado por los trabajadores, estalla ante Gaspar, el encargado, revelando su agotamiento emocional. La confianza en su liderazgo comienza a tambalearse.

Raúl, desde Madrid, da su primer paso hacia el éxito, mientras Claudia decide quedarse en la colonia para apoyar a su gente. Pero no todos comparten el orgullo familiar: Chema, resentido, lanza palabras venenosas que siembran malestar. Tasio, por su parte, se quiebra en el hospital ante su hermano en coma, y Damián lo abraza, reconciliándose con él y admitiendo su valor. Finalmente, el patriarca acepta lo inevitable: vender parte de la empresa para salvarla.

Mientras tanto, la guerra entre María y Begoña se recrudece. Frente a frente en el jardín, Begoña le jura que desenmascarará su mentira. María, sin perder la sonrisa, la amenaza con frases cargadas de veneno: “Ten cuidado, Begoña. Cuando se busca demasiado, a veces se encuentra lo que no se quiere ver”.

La semana cierra con un aire denso, cargado de sospechas, culpa y miedo. La tragedia que unió a las familias ahora las divide por dentro. El silencio de Andrés se convierte en la gran incógnita: su despertar podría ser la salvación… o la ruina de todos. Y mientras Begoña lucha por mantener la cordura y proteger a su bebé, el peligro acecha más cerca que nunca: María no está dispuesta a perder, ni siquiera si eso significa poner en riesgo la vida que crece en el vientre de su rival.