¡Hola, amigos y fieles seguidores de Sueños de Libertad! El capítulo del jueves 16 de octubre promete ser uno de los más impactantes de toda la temporada. Los secretos más guardados están a punto de estallar, las sospechas crecen, y un milagro cambiará el rumbo de los personajes para siempre. Andrés descubrirá lo que María ha ocultado durante tanto tiempo, y nada volverá a ser igual.

El episodio comienza retomando la tensión del capítulo anterior. Gabriel recibe una noticia inquietante: uno de sus cómplices le advierte que Andrés ha estado en los calabozos visitando a Remedios. El abogado, consciente de que esa visita puede significar su ruina, no logra disimular su nerviosismo. Decide tantear el terreno con su primo, tratando de descubrir qué sabe realmente. Pero Andrés, con una calma calculada, se muestra cordial, dejando a Gabriel todavía más inquieto. Algo en su mirada le indica que no se fía de él.

Mientras tanto, en la colonia, la vida continúa con despedidas y nuevos comienzos. Raúl le confiesa a Teo que se marchará para cumplir su sueño de ser piloto. Aunque el pequeño intenta alegrarse por su amigo, el dolor de separarse vuelve a marcarlo profundamente. Gema aparece para recoger a Teo, pero el niño se aferra a Raúl en un abrazo que refleja su miedo a quedarse solo. Le hace prometer que volverán a verse, y Raúl, conmovido, le da su palabra.

En la fábrica, los negocios también se complican. Cristina le comunica a Damián que ha cambiado de opinión: no venderá sus acciones. Quiere quedarse en Perfumerías de la Reina y luchar por lo que considera suyo. Su decisión sorprende a todos, especialmente a Luis, que ve renacer en ella una determinación que creía perdida.

Por otro lado, en la casa grande, Manuela encuentra a Digna completamente destrozada por la muerte de don Pedro. La matriarca de los Merino ya no es la misma; la tristeza la consume, y en una conversación íntima en la cocina, se desahoga con Manuela. Esta, con su ternura habitual, intenta levantarle el ánimo y anima a Teo y a Julia a pasar más tiempo con su abuela, para que no se sienta tan sola.

Mientras eso ocurre, Gabriel se presenta en los calabozos para hablar directamente con Remedios. Su tono es frío, amenazante. Quiere saber por qué Andrés fue a verla. La mujer, nerviosa y con miedo, intenta disimular. No menciona nada sobre Enriqueta, temerosa de las represalias, pero Gabriel percibe que oculta algo. Al verla dudar, la amenaza una vez más, dejándole claro que si se atreve a hablar, pagará las consecuencias.

En otra parte del valle, Marta y Pelayo regresan de Madrid. Su viaje ha sido fructífero: ella se muestra más animada, y él celebra el cierre de la compra de cinco hoteles, consolidando su posición. Ambos regresan con nuevas fuerzas, ajenos al desastre que está a punto de desatarse.

En el laboratorio, Cristina conversa con Luis y le confiesa su intención de quedarse definitivamente en la colonia. Intenta convencerlo de retomar su relación, dejando atrás los malentendidos y heridas del pasado. Entre sonrisas tímidas, parece que una segunda oportunidad podría nacer entre ellos.

Pero mientras algunos se reencuentran, otros se precipitan al abismo. Begoña acepta la propuesta de matrimonio de Gabriel, quien no pierde el tiempo en anunciar la noticia ante toda la familia. La cena de celebración, pensada para festejar también el nombramiento de Pelayo como gobernador civil de Toledo, se convierte en un ambiente tenso para Andrés, que no puede ocultar su incomodidad. No soporta ver cómo su prima se entrega al hombre que más daño les ha causado. Desesperado, busca consejo en Marta, su hermana, quien le aconseja prudencia y le pide que reúna pruebas antes de actuar, para no repetir los errores del pasado.

El jueves, la tensión alcanza su punto más alto. Desde temprano, Gabriel intenta nuevamente manipular a Andrés, fingiendo preocupación y acercamiento, pero su primo no cae en la trampa. Andrés le deja claro que desconfía de él y que, si descubre algo, no dudará en enfrentarlo. Alarmado, Gabriel decide acelerar sus planes y prepara el sabotaje en la sala de calderas.

En la cantina, Cristina comparte con Irene su decisión de quedarse, lo que alegra profundamente a la secretaria. Entre confidencias, Irene le revela un recuerdo entrañable: el sueño de juventud de José, hacerse cargo de la floristería de sus abuelos. Cristina, emocionada, decide ayudarlo a cumplir ese sueño.

Mientras tanto, Marta, Carmen y Gema se reúnen para revisar la campaña publicitaria junto a la actriz Ema Gobantes, cuyo éxito ha revitalizado las ventas de “Pasión Oculta”. Marta se muestra orgullosa del trabajo de sus compañeras, sin imaginar que fuera de la fábrica se avecina una tragedia.

En otro punto, Claudia se desahoga con Gema y luego con Cristina sobre su relación con Raúl. Aunque lo ama, teme que seguirlo a Madrid signifique renunciar a su vida en la colonia. Entre dudas y lágrimas, deberá tomar una decisión que podría separarlos para siempre.

Mientras tanto, en casa, María intenta consolar a Andrés tras conocer la noticia del compromiso entre Gabriel y Begoña. En un momento de sinceridad, Andrés le confiesa que sigue sospechando de su primo, aunque evita mencionar la carta de Enriqueta. María, sin embargo, guarda su propio secreto… uno que está a punto de salir a la luz.

En la fábrica, Gabriel pone en marcha su plan. Manipula la caldera para provocar un fallo catastrófico, confiado en que Andrés caerá en la trampa. Minutos después, el técnico advierte que algo anda mal y llama a Andrés con urgencia. María intenta detener a su marido, rogándole que no vaya. Pero él, decidido a proteger a todos, se dirige hacia el peligro. En un acto impulsivo y desesperado, María da un paso inesperado: se levanta de su silla. Andrés, atónito, la mira sin poder creerlo. ¡María puede caminar! Es un milagro que deja a ambos en shock.

Aun así, Andrés no se detiene. Parte hacia la fábrica mientras María, temblando de miedo, corre a pedir ayuda a Begoña y Gabriel, sin saber que este último es el responsable de todo. En paralelo, José sorprende a Irene con una propuesta conmovedora: quiere que ambos se marchen juntos para retomar la floristería familiar. La pregunta queda en el aire: ¿renunciará Irene a la colonia por amor?

El capítulo concluye con un crescendo de tensión. Andrés llega a la fábrica y descubre que los indicadores de la caldera están alterados. Comprende que alguien los ha manipulado. El peligro es inminente. María, al otro lado del pueblo, siente un presentimiento terrible mientras su milagro recién revelado pasa a segundo plano frente al temor de perder a su esposo.